Myriam García
SIMBOLO : El definir unívocamente el símbolo es una tarea impensable, ya que es la representación de <
A su vez, el símbolo no se agota en una representación unívoca, si no despliega más de dos representaciones simbólicas, sin caer en anarquismos hermenéuticos, esto es, el símbolo tiene un centro que permite desplegar múltiples interpretaciones de un ente simbolizado a la manera de una estructura rizomática que permite hilar una especie de tejido ontológico y semántico. La analogía permite dichas conexiones, ya que tiene la capacidad de con-juntar tanto las semejanzas como las diferencias entre los entes, conduciendo a la abertura-apertura a diferentes niveles de interpretación sensibles del ser, lo cual es posible cuando un símbolo tiene diversas interpretaciones, las cuales se conectan con otros símbolos y éstos con otros símbolos peros todos tuvieron como centro el ente simbolizado. Ejemplo: el símbolo de la cabeza representa “el ardor del principio activo. Incluye autoridad de gobernar, de ordenar y esclarecer (…) En el mundo céltico, la cabeza es objeto de prácticas y creencias diversas, pero en conjunto homogéneas. La principal costumbre es la guerrera: los galos cortaban las cabezas de sus enemigos vencidos y las traían triunfalmente a sus poblados, atados al cuello de sus caballos (…) Todas las mitologías aluden a seres policéfalos: animales, gigantes, hombres, genios, dioses, diosas. Cada una de estas cabezas es una manifestación particular del uno (…) La aritmética simbólica se combina con el símbolo particular del ser policéfalo”. Por lo que se puede conectar y correlacionar el símbolo de la cabeza con los símbolos del guerrero, de los seres policéfalos, del uno, de la autoridad, etcétera, etcétera, estos permiten especies
de ligas comunicantes a otros símbolos, pero sin perder de vista el símbolo que originó este tejido hermenéutico.
Otra característica del símbolo es que permite conducir a procesos sinestéticos, ya que tiene la capacidad de asociar sensaciones que pertenecen a diferentes registros sensoriales, esto es, describir una experiencia en los términos en que se describiría otra percibida mediante otro (s) sentido (s). Fenomenológicamente, el símbolo conllevar a procesos sinestéticos, ya que es visual, auditivo y táctil. Visual por que nos representa plásticamente el ente simbolizado, táctil por que nos puede transformar al ser tocados por éste, auditivo en la medida que el proceso interpretativo se realiza mediante el habla y la escucha. El poder conjuntar tanto el plano senso-perceptivo con el plano simbólico-hermenéutico mediante imágenes sinestéticas nos permite traspasar más allá de una mera representación simbólica, sino ésta se convierte en una representación senso-percepttiva y plástica.
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